Arantzazu, adelantado a su tiempo.

En la última visita de mis queridos amigos sevillanos, me pidieron que les llevara a algún lugar que les sorprendiera. Son innumerables los sitios maravillosos que tenemos en Euskadi, lo sé, pero uno de esos sitios que de verdad impacta y es capaz de ponerte la piel de gallina, es Aránzazu o Arantzazu en euskera.

Desde el pueblo guipuzcoano de Oñati (comarca de Debagoiena) hay que coger una tortuosa carretera de unos 9 kilómetros (sobre todo para aquellos que no se lleven muy bien con las curvas) y de increíbles vistas (todo hay que decirlo), para llegar a este lugar. Bajo las faldas del mazizo de Aloña, al borde del acantilado, se encuentra el Santuario de Ntra. Señora de Aránzazu o Arantzazu a secas.

El camino, no tiene perdida: todo para arriba, más arriba y hasta que termine la carretera…pero créeme, que todo tiene su recompensa. Sabrás que has llegado a puerto porque llegarás a un gran parking.

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Arquitectura de vanguardia por los cuatro costados.

Después de observar la maravillosa naturaleza que nos rodea durante la subida, pocos esperan ver un santuario de estas características. Sólo hay que ver las caras de los visitantes: una mezcla de asombro, admiración, sorpresa y desconcierto. ¡No es para menos!

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El edificio anexo de la derecha es el convento de los frailes franciscanos, unidos a Aránzazu desde hace 516 años.

Yo no me acuerdo de la primera vez que vine aquí, debía de ser muy pequeñita pero seguro que mi cara sería muy parecida. Aunque he venido millones de veces (hasta celebré aquí mi comunión), me sigue alucinando este lugar.

Es una basílica de arquitectura moderna, pero que muy moderna, icono del arte vasco contemporáneo que empezaron a construirla en 1950. Imagínate, si ahora nos parece muy moderna ¡que sería en aquellos tiempos!

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Según te vas acercando a la basílica, impone más.

Para llegar a entender aunque sea un poco esta chocante obra, tenemos que remontar unos cuantos años atrás. Los primeros datos sobre Aránzazu cuentan que un pastor de nombre Rodrigo de Balzategi, intentando reunir su rebaño de ovejas, oyó el sonido intermitente de un cencerro y al acudir, pensando que era alguna de sus ovejas, encontró una pequeña imagen de la virgen María con un cencerro, en un espino. Al encontrarla, las primeras palabras del pastor fueron “ Arantzan zu?” que significan ¿tú en el espino? y de ahí surge el nombre de Arantzazu, Aránzazu.

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Quietecitos ahí, aunque sea un rato corto.

Ahora sí que entiendes esas torres caracterizadas por la talla de piedra en punta de diamante, verdad? Representan el espino.

Además de estás tres torres, llama la atención las esculturas colocadas en la fachada de la iglesia. La piedad, en lo alto y las 14 figuras de los apóstoles, obra del mismísimo Jorge Oteiza. Como curiosidad te contaré que cuando Oteiza hizo las esculturas, ¡se monto la marimorena! Hubo una gran polémica, episcopal por supuesto, en la que la iglesia católica prohibió la instalación de las esculturas. Pues 15 años estuvieron las figuras tumbadas, hasta que las aguas volvieran a su cauce y por fin, las pudieron poner en su lugar. ¡Mucha vanguardia para aquella época!

Pues si la basílica llama la atención por fuera, prepárate, porque no defrauda por dentro. Eso sí, para acceder al interior, tendremos el honor de cruzar los portones de hierro, que son obra de, nada más ni nada menos que Eduardo Chillida. ¡Todo un lujo!

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Portones que se abren todos los días del año.

Pasa y coge asiento. No, no lo decía para rezar , es una recomendación para poder observar el interior con detalle. Observa y disfruta del arte y del silencio.

La parte interior de la iglesia está iluminada por la luz natural que entra a través de los luceros y las coloridas vidrieras laterales de Javier Álvarez de Eulate. Al frente, el mayor retablo de madera (policromado) de Europa, de 600m2 y en el centro, la pequeña imagen de piedra de la virgen, del siglo XIII, la misma que halló el pastor.

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Una palabra para definir el interior de la Basílica , inmensa.

Para terminar con lista de importantes artistas que han colaborado en este proyecto, se puede visitar la cripta. Me refiero a una capilla subterránea, donde la antigua iglesia de Arantzazu estaba justamente. Las paredes de esta capilla  están pintadas por el artista Nestor Basterretxea. No te pierdas los murales del artista contemporáneo, de colores rojizos y muy poco convencionales, te dejarán ¡boquiabierto!.

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Vidrieras que se pueden ver en el exterior.

Que no te procupe el horario de visitas ya que la iglesia y también la cripta están abiertas todos los días del año de 9 de la mañana hasta las 8 de la tarde y se puede acceder libremente. De eso se encargan los Franciscanos, que viven en el convento que está anexo a la Basílica.

Pero yo,  que aunque fui guía de un museo que se hizo en conmemoración de los 500 años de presencia franciscana en Aránzazu, podría contar mucho más sobre la historia del lugar y la basílica, creo que lo más interesante es venir, por supuestísimo, y contratar una visita guiada. Te va a ayudar a entender mejor Aránzazu y a conocer su historia, con varias polémicas incluidas, porque sin duda estos artistas se adelantaron a su tiempo.

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Vista trasera, desde el mirador de Sindika.

No ha terminado la ruta por Aránzazu hasta ver su vista trasera. Sí, merece la pena seguir el único camino por el lateral del edificio. Hay un poco de cuesta, pero ¡que no se diga, hombre! Justo delante del hotel-restaurante Sindika, hay un mirador desde donde se puede ver cómo el Santuario está construido sobre las rocas.

¿Que sin darte cuenta te ha dado la hora de comer? No problem! Aquí, donde «Cristo perdió las alpargatas», da la casualidad de que hay unos muy buenos restaurantes (y con muy buenas vistas) para sentarte a comer o engañar el estomago con algún pintxo.

Lo único que te puedo asegurar, es que Aránzazu, no deja indiferente a nadie, o te encanta o te horroriza. Eso sí, para saberlo tendrás que venir, verlo y vivirlo.

Información práctica:

  • Aseos públicos: Al lado del Santuario, detrás de la torre más alta están los servicios.
  • El parking es gratuito.
  • Si dispones de tiempo y quieres conocer los alrededores, hay otros lugares de gran interés:
    • Las cuevas de Arrikrutz.
    • Araotz y la ermita de Sandaili o San Elias.
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Tierra de pastores.

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9 comentarios en «Arantzazu, adelantado a su tiempo.»

  1. Me ha encantado!! Qué bonito es Aránzazu o Arantzazu, realmente impacta y estoy segura que me pondría la piel de gallina. Las fotos son increíbles, felicidades!!
    Madre mía qué pasada de basílica!! Qué bonita es por fuera pero cómo impresiona por dentro. Waw!!!
    Impresionante!! Me dejas sin palabras. Sólo puedo darte las gracias por compartir esto, es una maravilla, de verdad!! Un beso guapa!!

    Responder
    • Gracias Lola! Me alegro de que te haya gustado y sorprendido a la vez! Y gracias por el piropo de las fotos pero es que de verdad que no le hacen justicia…tendré que probar a grabar un vídeo haber si así se puede transmitir mejor las sensaciones! Un besazo Lola!!

      Responder

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