En la Bizkaia profunda, a unos 35km de Bilbao, se encuentra el valle de Atxondo. Dicen que es el lugar donde el silencio se escucha. Menos los fines de semana claro, que está bastante concurrido pero aun así merece la pena acercarse hasta este paraíso natural. La mejor manera de conocerlo es recorrer el valle a pie dando paseo por la antigua vía del ferrocarril minero. ¿Dispuesto a estirar un poco las piernas?
La vía verde de Arrazola, que es como se conoce este paseo, comienza en Apatamonasterio, que se encuentra entre los pueblos de Durango y Elorrrio y termina en el antiguo apeadero o estación de El Tope, en Arrazola. Todo el recorrido, que no llega a los 5km de longitud, discurre por una pista acondicionada para uso y disfrute de los peatones, sin perdida ni dificultad alguna por lo que es muy recomendable para familias.
Lo primero que hay que hacer nada más llegar a Apata (es la abreviatura de Apatamonasterio utilizado por los lugareños) es encontrar el frontón. Como dicen unos amigos sevillanos que nos visitaron hace poco, ”lo primero que hacen los vascos es hacer una iglesia y un frontón. Y luego ya, el resto del pueblo”. Razón no les falta, porque no hay núcleo urbano en Euskadi, por pequeño que sea, que no los tenga (aunque siempre habrá alguna excepción, que confirme la regla).
Frente al frontón, cruzando la carretera, cruzaremos por un pequeño puente sobre el río Arrazola y encontraremos la pista, el inicio de esta maravillosa ruta.
El paisaje es espectacular: prados de color verde intenso, pequeños saltos de agua en el río, impresionantes montañas. Pero aunque la gran atracción de esta senda sea el entorno natural y la tranquilidad, durante el recorrido encontrarás caseríos centenarios de gran valor histórico como el famoso caserío Urrutia, viejas ermitas, pequeñas iglesias y hasta un antiguo molino.
No te preocupes, hay paneles informativos en la ruta, tanto sobre la historia ferroviaria, como sobre los puntos de interés con los que irás tropezando.
Es un paseo muy ameno pero quien va con niños ya sabe que antes o después, viene la famosa frase: ¡Aita no puedo más, quiero aupis! A nosotros nos pasa, sí o sí. Para que ésto no suceda o por lo menos, tarde más en llegar, puedes llevarles los patinetes, una pequeña bici (sin problema) o la silla de paseo, por supuesto.
Pero este valle está lleno de sorpresas que a los más pequeños de casa les van a encantar y éstas, puede ser un gran aliciente para ellos. Así que utilízalo para animarles a seguir adelante. Además de una pequeña área recreativa con columpios, baños y una zona de merendero, darte una vuelta por aquí puede ser parecido a estar en un pequeño zoo de animales domésticos.
Rebaños de ovejas, cabras que pastan a sus anchas y salen al camino a saludarte, caballos, cerdos muy sociables que se dejan acariciar, vacas, una granja con miles de gallinas que corretean y cacarean alborotadas ,… ¿a que les va a encantar?
Mientras tanto y según vamos adentrándonos en el valle, llegaremos al pie de la majestuosa montaña de Anboto, que impresionan sus 1328 m. de altura. Dice la mitología vasca que la diosa Mari reside e una cueva de este macizo y que cuando la cumbre se pone la txapela (se cubre de nubes) es que Mari, La Dama de Anboto, está en casa.
Bajo Anboto está el barrio de Arrazola, con su iglesia y su frontón, ¡por supuesto! Y enseguida llegamos a la preciosa Ermita de San Roque, que llama la atención su puerta de barrotes de madera. Continuando por la pista, ya llegamos al final señores, a El Tope.
La antigua estación se ha acondicionado como baños y hay otra área con mesas y fuente para poder descansar y comer algo. Ya sabes que el hamaiketako en esta tierra ¡es imprescindible! Tanto, que saltartela es un pecado mortal, como decía mi aitita (abuelo) Andrés.
Para dar por finalizada la excursión hay tres posibles opciones, al gusto de cada uno:
– La primera es dar la vuelta y hacer el camino inverso, otros 4.5km. Es una buena opción para todo aquel que quiera volver a disfrutar del valle silencioso y le sobren las fuerzas.
– Otra opción es volver en autobús hasta Apatamonasterio. La compañía Bizkaibus tiene servicio de autobuses pero la parada para cogerlo está en Arrazola. Esto quiere decir que hay que retroceder un hacer un trocito del camino de vuelta, unos
– Y la última opción es para quienes tengan el paladar muy fino y el bolsillo bastante lleno. La propuesta es quedarse a comer en el restaurante Makatzeta, que está justo en frente de la ermita de San Roque, para reponer fuerzas y disfrutar de la gastronomía de nivel. Es un caserón espectacular con una bonita terraza. Para quienes no se puedan dar el gusto, tampoco es mala opción tomarse una cerveza mientras admiramos el entorno.
Sólo me queda decirte que las fotos dan una idea de la ruta, pero no tiene nada que ver con la experiencia de recorrerlo y sentirlo. Y si prefieres disfrutar a fondo, alójate en una casa rural. El valle de Atxondo, no te va a defraudar.
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Tienes toda la ruta aquí:
Información práctica:
- Longitud: un poco menos de 5km.
- Puedes hacer la ruta comenzando en Apatamonasterio o también a la inversa.
- Hay varias fuentes durante todo el camimo, pero siempre conviene llevar agua.
- La duración del recorrido es de una hora y media pero nosotros, con todas las paradas obligatorias que hacemos con los niños, lo hacemos durante toda una mañana.
- Este valle está lleno de restaurantes de gran nivel:
Me encanta!!! Me lo apunto, qué buena pinta tiene! Eso del silencio… hay que probarlo!!! 😀
Por cierto, me encantan las fotos!!!!
Un besote guapísima!!!!!
Estoy segura de que el lugar te va a encandilar. Es un lugar mágico !! ya me dirás… Muchas gracias por tus palabras. Un besazo!
Me encanta acompañarte en las escapadas y que nos lleves de rutas con paisajes tan espectaculares como éste. Eres un ejemplo a seguir, compartes tus aficiones con los más pequeños de la casa y los acercas a la naturaleza. Como siempre, unas fotos maravillosas que nos permiten conocer un poco más de tu zona. Un beso guapa!!
Lola, pues sólo te queda venir para aquí y conocerlo in situ ! Muchas gracias por tus palabras, eres un encanto.Un beso!!
Cómo siempre nos muestras unos lugares mágicos y con mucho encanto, besitos
Hola, muchas gracias por la recomendación, La verdad es que no conocía esta ruta, pero me la apunto para próximas excursiones! Lo de poder dar un agradable paseo por la naturaleza, ver animales, respirar aire puro…nos atrae mucho y creo que es un plan que debemos mostrar a los niños más a menudo.
Me alegro de que te haya gustado. Cuéntame haber que tal cuando lo hagáis! Un saludo!