Llega el buen tiempo y apetece cargar las pilas al sol. Y para eso, que mejor que pasar el día al aire libre, disfrutando de nuestro alrededor con los que más queremos. Hoy te propongo una «egun-pasa» familiar en toda regla, es decir, un plan super completo para todo el día: ruta + comida + playa, en un entorno maravilloso. ¿Qué me dices? ¡Vamos allá!
Esta vez, te invito a conocer la costa vizcaína, con una ruta por los imponentes acantilados y playas salvajes, que transcurre entre Algorta y Sopelana. Es un paseo, como dicen ahora, “total healthy” (véase ruta del colesterol de toda la vida) que te va a llenar los pulmones de puro aire marino y hará mover tu esqueleto sin darte cuenta.
Porque mientras disfrutas con las espectaculares vistas y los diversos puntos de interés que tiene el camino, los 8 kilómetros se te pasaran ¡en un tris!. ¿Mucho para ese cuerpo serrano? Si es así o lo quieres hacer con niños, no te preocupes. ¡Está todo pensado! Obviamente, se puede hacer sólo un trozo del trayecto. Que además de ser más corto, no hay escaleras y se puede hacer con sillitas, patines, bicicletas, patinetes,… sin duda, mucho más atractivo para los txikis de casa.
En nuestro caso, como siempre vamos con la tropa, nos decantamos por la ruta corta y aparcamos el coche en el parking gratuito del Fuerte de La Galea, en Algorta. No tiene perdida pero por si acaso, al final del post tienes un mapa para ubicarte.
Nada más salir del coche, huele a mar, a salitre y la brisa te da la bienvenida. Esto me recuerda que debo darte un importante consejo: Date crema solar. Que si está nublado, que no parece que salga el sol, que tal y que cual…. Hazme caso, si no quieres parecer un cangrejo. Esta brisa y las nubes, engañan ¡y mucho!
Muy cerca del parking, tienes el primer punto interesante de la ruta, el Fuerte de La Galea. Ésta antigua construcción militar del siglo XVIII, está abandonada de la mano de Dios y la puerta principal cerrada a cal y canto. Una pena, porque no se conserva tan mal y es un lugar precioso. En su día se utilizó para la vigilancia del comercio marítimo. No me extraña. Desde aquí, no se te escapa ni Txus (ni Txus ni nadie), ya que se puede ver toda la desembocadura del río Nervión y el Superpuerto de Bilbao o Bilbo.
Que estamos muy cerca de Bilbao ¡Ay va la ostia! De eso no te va a quedar duda, porque te vas a hartar de ver gente con la camiseta del Athletic, desde aititas (abuelos) y bebes, hasta mascotas. Que yo sepa no, no lo regalan con los yogures. Pero es que los “tximbos” (así llamamos los guipuzcoanos a los aficionados del Athletic) son así, se ponen la camiseta hasta para dormir.
Volviendo a la ruta, una pequeña aclaración: Esta ruta se puede empezar en el mismo núcleo urbano de Algorta, pero tiene tres pegas: es un kilómetro más de trayecto (aproximadamente) y cuesta arriba (un punto negativo importante en caso de ir con niños) y resulta mucho más complicado aparcar. Como todo, esto también tiene un pero. Si empiezas en Algorta, podrás conocer el molino de Aixerrota, símbolo del municipio. Fue construida en el siglo XVIII, en tiempo de sequía. Es uno de los pocos molinos de viento de Bizkaia, ya que los molinos que se construían antiguamente eran molinos de agua.
Dejamos atrás Algorta, el molino y el fuerte, volviendo otra vez en dirección al parking. Solo para coger impulso y dejarte llevar, porque este tramo es cuesta abajo, hasta llegar al faro.
Durante esta etapa del recorrido y hasta el faro, la pista peatonal va paralela al “bidegorri” (traducción: camino rojo, para uso exclusivo de bicis) pero a partir de este punto, el “bidegorri” desaparece, y todos usuarios deben compartir vía.
Entre ponte bien y estate quieta, llegas a Punta Galea. Un nombre muy bien avenido, ya que “galé” en francés significa acantilado. Desde Punta Galea, las vistas son espectaculares, hasta tal punto que, siempre que la meteorología lo permita, se puede ver Castro Urdiales (Cantabria).
De aquí en adelante, las calas, el mar, los acantilados y las playas salvajes no dan tregua. Atentos “foto-adictos”, paralelos a la pista, existen diferentes senderos que nos acercan hacia los acantilados y desde allí, poder sacar unas fotazas alucinantes.
Hay bancos de piedra, estratégicamente ubicados mirando al mar, donde leer, observar a los intrépidos surfistas luchando con las olas, tomar el sol o disfrutar de las vistas. Todo esto está muy bien, pero por favor, CAUTION ! Toda precaución es poca con los niños, ya que no hay ningún tipo de protección al borde de los acantilados.
Y entre fotos, la parada de rigor en la fuente para llenar las cantimploras (hay varias en el camino) y un poco de descanso en uno de estos bancos, nos encontramos con la playa de Gorrondatxe. Maravillosa estampa, si señor. También conocida con el nombre de Azkorri, es una playa de arena oscura pero muy limpia, con servicios y duchas pero con un acceso un tanto complicado. Ésto tiene una sola lectura, no es una playa masificada. Toma nota.
Este mismo camino, sigue hasta Sopelana pero a partir de la playa de Gorrondatxe, empieza un tramo con escaleras y con desniveles de un par de kilómetros. Las vistas, de escándalo y a los andarines que no tengan que tirar de niños, lo recomiendo absolutamente, para poder conocer la playa de Barinatxe (llamada La Salvaje por los locales) y la de Atxabiribil en Sopelana. Un autentico lujo de playas. Los perezosos y/o conductores de todo tipo de vehículos con ruedas, nos toca pararnos aquí. Eso si, para coger fuerza, que todavía queda la vuelta, tenemos un chiringuito junto al parking de la playa de Gorrondatxe. Se llama “ El Txirin” y tomarte algo con semejantes vistas, no tiene precio.
La ruta corta digamos, son unos 3,5 km de ida y otro tanto de vuelta. La verdad es que no te das cuenta ya que el trazado del recorrido es sencillo y muy agradable. Pero como te digo, entre las paradas de rigor y las de imprevisto (con niños ya se sabe), nosotros nos pasamos la mañana entera.
Después de este desgaste físico, hay que llenar el deposito calórico, al estilo de Arguiñano, con fundamento. Es hora de comer. Pero no puedes ir a cualquier sitio. Quiero que conozcas algo muy típico de Bizkaia, las cerveceras. Si, en Gipuzkoa hay sidrerias y en Bizkaia las cerveceras. Se les llama así pero en realidad no hacen cerveza, solo la sirven. Son una especie de merenderos, con parking, columpios, zona de terraza con mesas al aire libre, (ademas de las de dentro), bar, futbolín,… con un menú de sota, caballo y rey: pollo asado con patatas, ensalada , choricillo para picar y para beber jarra de cerveza, como no. Eso si, como dice mi aitita (abuelo) Andrés, todo de categoría.
Bueno, hay que decir que en algunas cerveceras, en los últimos años, el menú es bastante más amplio (chicharro, sardinas, codillo,…) pero aun así, de las cocinas no paran de salir pollos asados a destajo.
Esta zona de Uribe Costa, está llena de cerveceras pero yo te recomiendo la cervecera Artadi, en Sopelana. Un lugar tranquilo, perfecto para ir con niños y con unos pollos para chuparse los dedos.
Ésto de la cervecera tiene su aquel y para que no vayas de pardillo, llamando la atención de los tximbos (que está plagado de ellos), tienes que saber su funcionamiento:
-Lo primero nada más llegar, uno coge sitio. Escoge una mesa e instala el campamento base.
-Segundo paso, decidir lo que quieres para comer. Si vas a pedir pollo asado, normalmente se calcula a medio pollo por cabeza. Las patatas se piden a parte.
-Una vez sepas lo que quieres comer, hay que acercarse a la barra y hacer cola para pedir. Los postres se dejan para un segundo pedido, después de comer todo lo demás, no vaya a ser que no puedas más.
-Se paga la comida en cuanto se pide y te dan los utensilios para que pongas la mesa tu mismo: mantel de papel, cubiertos, platos, vasos, servilletas y las bebidas. Sí, el «momento cervecera» tiene su gracia. Te dan un numero de pedido y tienes que estar atento a la pantalla para cuando llegue tu turno. Recoger la comida y a la mesa. On egin! (que aproveche). Tranquilo que no vas a tener que recoger la mesa, ni fregar. De eso se encargan ellos.
Toda una experiencia de lo mas típica, que no puede faltar en tu visita a esta zona de Bizkaia. Para terminar el día, Plentzia es uno de mis pueblos favoritos, al igual que Sopelana.
Con buen tiempo, puedes disfrutar de la preciosa playa, con columpios en la misma arena y darte un chapuzón en el cantábrico.
Si no hace muy bueno para la playa puedes dar un paseo por el coqueto puerto pesquero, ría arriba, hasta la plaza del pueblo y subir al casco antiguo. Para mi tiene un encanto especial.
Un día de lo más completo en el que disfruta todo el mundo. Éste es uno de esos planes que no pueden faltar en tu visita a Euskadi. ¡Que lo disfrutes!
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¡Es por aquí !
Datos prácticos:
- La ruta con los puntos de interés:
- Llevar calzado cómodo.
- No te olvides la crema solar.
- Cervecera Artadi:
Dirección: Calle Artadibide, 1,
48600 Sopelana, Bizkaia
Madre mía, pero que pedazo de ruta nos has montado!! Me encanta, preciosa. Que ya tardan en editarte una guía del País Vasco, eh? Un abrazo
No estaría mal lo de la guia,no. Gracias Beatriz!!
Como siempre dan ganas de estar ahí, qué suerte tienes, besitos
Tenemos suerte de poder disfrutarlo, sí . Un abrazo Anabel!
Madre mía!! Qué planazo!! Me encanta viajar contigo, nos llevas siempre a unos lugares espectaculares!! Mil gracias guapísima!!
Me alegro de que te haya gustado Lola. Con lectores como vosotras merece la pena el trabajo. Gracias a ti otra vez!
Recordando viejos tiempos. Buffff la ultima vez q hice esa ruta lo menos 15 años. Y por supuesto las cervezeras. Una pasada y las vistas…..y plentzia q te voy a decir. Y si subes a los cañones a Gorliz flipas. Muy bien explicado.
Me alegra que te haya gustado Saioa. Eskerrik asko!!
Muy interesante, pero como bilbaína no puedo pasar eso de Athleti?!??? Éso no existe!! Es Athletic y sus hinchas no son tximbos, son leones. Lo q llaman el atleti (y mal llamado por cierto, porque da lugar a confusión) es el Atletico de Madrid.. en español. Por lo demás muy bonito reportaje 🙂
Kaixo Ainara, perdón por la errata y por si hemos herido a tu sentimiento futbolístico pero no era nuestra intención. Errata corregida. Eskerrik asko!
¡Muy didactico! Razonables hechos. Manten este liston es un blog sincero. Tengo que leer màs articulos como este.
Saludos
Esta ruta la descubrí y la hice infinidad de veces a principio de los ochenta. El fuerte estaba repleto de maleza. Y antes de llegar a larrabasterra había dos cañones del 155 abandonados, así como todo el complejo de túneles. 👍
La ruta ha cambiado para bien y hoy en día es una ruta de gran belleza. Muchas gracias por participar Mikel! Eskerrik asko!
Los conozco muy bien porque con 11 alos íbamos por allí. Había un destacamento de policía y nos echaron, jo jo. Ahora no hay nada, nadie custodiendo. Pertenece a autoridad marítima y junta de obras del puerto con sede en Bilbo
Muchas gracias Javitxu por darnos datos tan interesantes y contarnos tus historias en este lugar. Un saludo!
precioso paseo,soy de vitoria tengo 75 años y acabo de enterarme,ya estoy preparando el paseo para la próxima semana.un saludo
Hola Jesus. No hay nada que nos haga más ilusión. Esperamos que hayas disfrutado del paseo tanto como nosotros. Un saludo!