¿Tienes que hacer algún regalo y no sabes muy bien que regalar? De cumpleaños, de boda, de aniversario, … Pues eso mismo le debió de pasar a mi familia y decidieron regalarnos uno de esos bonos de fin de semana rural para dos personas, que con tres niños tanta falta nos hace. Sí señor, una muy buena idea para regalar: turismo rural en Euskadi.
En un pequeño pueblo de Álava llamado Osma he encontrado un tesoro. Mi último fichaje, que ha sido por casualidad. ¡Bendita casualidad !Y como no podía ser de otra manera, quiero compartirlo contigo.
Teníamos un bono que llevaba algo así como 2 años metido en un cajón, muerto de la risa. Porque nunca encontramos un fin de semana que nos cuadre, ya sea porque mi hijo pequeño nos parecía demasiado pequeño para dejarlo con mis padres todo un fin de semana (¡ya ves!) , los partidos de fútbol o el judo de mi hijo mayor, la exhibición de gimnasia rítmica de la niña,… En fin, entre ponte bien y estate quieto, a falta de veinte días para que se caduque, hemos hecho uso del famoso bono.
El lugar elegido para este esperado fin de semana, tenía que ser cerca de casa. Ya sabes, por si pasa algo y tenemos que volver en un salto. Y otro requisito, no perder mucho tiempo en el viaje de ida y vuelta, para poder aprovechar al máximo, que con todo lo que nos ha costado encontrar un fin de semana libre…
A una hora escasa de casa y a unos 15 minutos aproximados de Vitoria-Gasteiz, nos plantamos en Osma. No sin hacer una vuelta de reconocimiento por la zona, de esas que uno hace sin querer. Efectivamente, nos perdimos. Osma, es un pueblito bajo la sierra de Arcamo, en la comarca de Valdegovía, que a su vez pertenece a la “Cuadrilla de Añana”, zona que no habíamos visitado hasta ahora. Un destino perfecto para una desconexión rural.
Aun siendo un pueblo con unos 30 habitantes (siendo generosos), nos costó un poco encontrar la “Casa Urrutia”, pero porque el tiempo no acompañaba y la iluminación de las calles, tampoco. Creo que elegimos el fin de semana con peor predicción meteorológica de los últimos 3 meses. Pero era “nuestro” fin de semana.
Nada más abrir la puerta de la “Casa Urrutia” supe que, aunque tuviéramos un tiempo de perros y no pudiéramos salir de aquella casa en todo el fin de semana, íbamos a estar la mar de a gusto. Y así fue.
Es una casa rural pequeña y coqueta, que tiene solo cinco habitaciones dobles, tres de ellas en el primer piso y dos en el último. Pero con mucho carácter porque cada una de ellas es única, con una decoración totalmente diferente. La nuestra en concreto estaba en el último piso. De nombre “la moderna”.
Una amplia habitación abuhardillada tipo suite (con una pequeña zona de estar) toda ella en color blanco y de líneas sencillas. Del estilo de esas que suelen salir en las revistas de decoración. Preciosa y con todo el equipamiento necesario: baño con una hermosa ducha, cama de buen tamaño, mucha luz, calefacción individual (estupendo para frioleras ¡como yo!), rincón de lectura, conexión wifi (gratuita) y televisión. ¡No se puede pedir más!
Pues, sí ¡ hay más! Una vez instalados decidimos bajar al comedor a tomar algo y charlar, antes de cenar allí mismo. El agroturismo nos pareció muy acogedor, pero para acogedores Inma y Andrés, los dueños de la casa. Tuvimos ocasión de charlar con ellos y son encantadores. Me quedo sin adjetivos positivos para describirles: super simpáticos, auténticos, cercanos, serviciales,… están siempre muy atentos a las necesidades de cada uno de sus huéspedes y nos miman. Una buena prueba de ello es su cocina. El arma secreta de Inma y Andrés para terminar de encandilarnos.
La comida de esa casa, es casera pero con mayúsculas: CASERA. Porque utilizan buenísima materia prima, de “kilómetro cero” ¡vaya!: carne del ganado de Andrés, los huevos, las hortalizas de su propia huerta,… Bueno, al pescado le vamos a dar unos pocos kilómetros, justo los que hay de Osma hasta el puerto, porque Andrés se encarga de comprarlo en el mismo puerto y de primera mano. Yo, que soy muy de pescado, corroboro que lo que nos ofrece es de excelente calidad y muy bien cocinado, que también es muy importante.
Nosotros vimos cocinar a Inma. Se mueve como pez en el agua entre pucheros y fogones. Joder Concholis cómo cocina ella … ¡Como los ángeles!… Pero tiene un muy buen ayudante y pinche de cocina , Andrés. Que además de encargarse de seleccionar la carne y el pescado, prepara unas mermeladas riquísimas e innovadoras, como la mermelada de calabaza con un toque de ron.
Te puedes imaginar la cena que nos metimos entre pecho y espalda… De unas anchoas marinadas muy suaves, sopa de ajo (con rape), chipirones a la plancha y de postre, tarta de zanahoria. Todo ¡espectacular! A la altura de un buen restaurante pero a muy buen precio. Esa misma noche decidimos que la noche del sábado, también cenaríamos allí ¡por supuesto!
Con la tripa llena, no tuvimos problema ninguno para dormir. A mi se me hizo raro que no me llamara nadie en mitad de la noche, como en casa , pero a lo bueno se acostumbra una muy fácilmente.
Y por la mañana, el desayuno, no defraudo. Bizcocho de naranja y chocolate recién echo, diferentes tipos de pan tostado, zumo de naranja, brocheta de frutas con chocolate,… ¡Alucinante!
Menos mal, que en los alrededores de este agroturismo hay muchas cosas que ver y que hacer, turísticamente hablando, porque todo esto que zampamos, ¡había que quemarlo de alguna manera! El salto del río Nervión, la casa-torre de los Varona, el Parque Natural de Valderejo,… (Este apartado, sobre qué ver y hacer en la “Cuadrilla de Añana”, lo dejo para otro día.)
Agroturismos hay muchos y muy bonitos pero “Casa Urrutia” ha sido todo un descubrimiento. Creo que son los dueños de la casa quienes le dan ese valor añadido al alojamiento, con su amabilidad, mimo y dedicación, para gozar de una gastroexperiencia rural esplendida.
¿Te apetece un fin de semana de este calibre? No lo dudes, para nosotros ha sido el mejor regalo.
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Para que no te pierdas como nosotros:
Información practica:
-Las habitaciones son todas dobles pero hay dos, en las que se puede añadir una cama supletoria en cada habitación.
-El desayuno está incluido en el precio de la habitación.
-El menú de cena del que te hablo, es totalmente opcional pero yo os lo recomiendo. Si por lo que sea no quieres el menú o algo no te gusta, puedes pedir cualquier otra cosa, que te lo preparan gustosamente.
-En verano se puede hacer uso de un jardín que dispone el agroturismo con mesas y sillas.
-Si vas en invierno y quieres hacer alguna ruta andando, lleva ropa de abrigo y unas botas.
Agroturismo Casa Urrutia:
Wow, qué pintaka!!! habrá que probar!!!
Os gustará seguro!! cuando es tu cumple guapa??jajajaa!!Gracias Jana,nos vemos pronto!!
Precioso lugar! Me lo apunto para una escapada glotona!! Un abrazo
Estarán encantados de recibirte, amiga! Agur bat !(Un saludo!)
Qué pena estar tan lejos, tiene que ser muy especial estar ahí y poder disfrutar de algún día, besitos
Seguro que algún día estarás más cerca! Un saludo y gracias!
Ohhh que lugar más bonito, ese tipo de lugares para pasar unos días son lo mejor!!! gracias por compartir
De nada Bela!si este lugar te ha gustado…no te pierdas los siguientes posts!un saludo!