Tortas de San Blas, en un pis-pas!

Febrero es un mes lleno de festividades. Este año se nos ha sumado hasta el Carnaval, que en Euskadi se celebra en casi todos los municipios. Pero hay otras tradicionales y desconocidas celebraciones en este mes tan corto.

Mañana por ejemplo, 3 de Febrero, es la festividad de San Blas. No, no es que sea una devota del santoral, ni mucho menos. Pero mi amama, mi abuela, lleva a rajatabla el calendario religioso-gastronómico y no se le pasa ni una. Y en San Blas son típicas las tortas. ¿Qué no las has probado? pues ¡no pierdas más tiempo!

Como ya os he comentado anteriormente en el post “8 razones para visitar y disfrutar del País Vasco”, la comida y las celebraciones van de la mano. Mañana, es tradición que en honor al santo, se haga una torta para que sea bendecida en la iglesia y así evitar toda enfermedad relacionada con la garganta.

Es una costumbre que es original de Eibar, pero como todo lo bueno, se ha extendido a los demás pueblos. No hay pastelería o panadería que no elabore su torta de San Blas, o “San Blas opilla” que la llamamos aquí.

Según la leyenda, el santo Blas, que fue médico y obispo, era conocido por sus curaciones milagrosas. Parece ser que salvó a un niño que se le quedó trabada una espina de pescado en la garganta y de aquí viene la fama del santo protector contra los males de garganta.

Creencias a parte, es una torta riquísima y muy fácil de hacer, aunque no seas un experto repostero. Fíjate en el “paso a paso” que te he preparado y conseguirás elaborar tu torta de San Blas, en un “pis-pas”.

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Ingredientes:

Para la torta:
-250 gr de harina “normal”
-7 gr (1/2 sobrecito) de levadura química (tipo Royal)
-ralladura de limón
-una pizca de sal
-100 gr de mantequilla a temperatura ambiente
-50 gr de azúcar
-1 yema de huevo
-30 ml de leche
-1 cucharadita (de las de café) de esencia de anís
Para el glaseado:
-1 clara de huevo
-100 gr de azúcar glas
-1 cucharadita (de las de moka) de esencia de anís

Para las letras:
-40 gr de chocolate negro

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Elaboración:

– Primero, poner en un bol el azúcar, la yema, la mantequilla, la leche, la ralladura de limón y la esencia de anís y batir con una batidora hasta que todo esté bien mezclado. Es muy importante que los ingredientes estén a temperatura ambiente, no solo la mantequilla.
– Ahora incorporar la harina, la levadura y la sal, poco a poco y mezclar con las manos hasta obtener una masa homogénea.

 

– Estirar la masa con ayuda del papel de horno, hasta obtener un grosor de 1 cm más o menos. Dejar reposar en la nevera media hora.
– Precalentar el horno a 180ºC
– Una vez pasada la media hora, cortar la masa según el tamaño en el que quieras hacer las tortas. Puedes cortar tres partes iguales (de unos 150 gr) y dar a cada una forma ovalada y un grosor de 1/2 cm aproximadamente. O puedes hacer tortitas mas pequeñas, del tamaño de las galletas, con un cortapastas.

– Hornear unos 15 min a 180ºC. En caso de hacer tortas grandes, necesitará 1 o 2 minutos mas de horno y en el caso de las de tipo galleta, el tiempo de horneado se disminuirá en 1 o 2 minutos.
– Durante el tiempo de horneado, hacer la glasa: poner la clara en un bol sin nada de grasa y batir con ayuda de una varilla eléctrica, cuando empiece a blanquear ir añadiendo el azúcar glas poco a poco, dejando un tiempo para que el azúcar se disuelva. Cuando terminemos con el azúcar agregar la esencia de anís y batir otros poco más. Y reservar.

– Antes de poner la glasa en la superficie de las tortas, dejar que las tortas reposen unos 4-5 min. Con ayuda de una cuchara colocar la glasa y meter al horno apagado. Con el calor residual del horno se seca la glasa. Dejar en el horno todo el tiempo que se pueda. Cerciorarse de que la glasa esta seca, en caso de que no sea así, encender el horno con las tortas dentro a unos 110ºC durante 2 min. Apagar y dejar dentro las tortas.

– Para las letras, se puede utilizar un lápiz de chocolate negro, de los que se venden ya preparados, o se hace en casa: trocear el chocolate y fundir en el microondas o al baño maría. Meter en una manga pastelera pequeña, en un lápiz de repostería o similar y escribir.

En cada casa hay una receta diferente. Algunas con manteca en vez de mantequilla y otras con anís el Mono en vez de con esencia. Pero al fin y al cabo, lo más importante es que no se pierda esta dulce tradición.

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