Llega un momento en la vida de los niños en el cual se aburren del parque, de los columpios y de jugar a lo de siempre. Se convierten en actividades cotidianas y lo cotidiano, aburre y lo sabes. En esta etapa los niños buscan nuevas experiencias, saciar su curiosidad innata y como no, tener algo nuevo que contar a sus amigos.
A la hora de elegir un plan nuevo, procuramos que además de diversión nos aporte (no sólo a los niños) algún aliciente más. ¿Difícil? Hoy te propongo una actividad que combina diversión, cultura, deporte y tradición. ¿Imposible? Se admiten apuestas.